La vaquita, o marsopa común del Golfo de California, es un mamífero marino endémico del Golfo de California y es la especie de cetáceo en mayor peligro de extinción en el mundo. Las vaquitas son las más pequeñas de las siete marsopas conocidas. Las hembras crecen hasta 140 cm (4.6 pies) de largo, mientras que los machos son un poco más pequeños, hasta 135 cm (4.4 pies). Las aletas pectorales de la vaquita son proporcionalmente más grandes, y su aleta dorsal es más alta y más curvada que en otras marsopas.
La vaquita tiene el rango geográfico más pequeño de cualquier mamífero marino. Se encuentra sólo en parte norte del Golfo de California, cerca de la ciudad de San Felipe, Baja California, casi toda la población de la vaquita vive dentro de un área de 4,000 kilómetros cuadrados (1,519 millas cuadradas), un área similar a la del estado de Tlaxcala.
Descrita por primera vez por científicos en 1958, a la tasa actual de decline, la especie podría extinguirse en el 2021 ya que queda probablemente menos de 30 vaquitas en el planeta. La vaquita enfrenta una amenaza clave: captura incidental (o enredo y el ahogamiento) en redes de enmalle que capturan peces y camarones. Aunque el gobierno mexicano prohibió recientemente la mayoría de las redes de enmalle en el hábitat de la vaquita, la pesca ilegal de camarón continúa, así como la captura ilegal de un pez grande en peligro de extinción llamado totoaba. La vejiga de la totoaba es altamente demandada en Hong Kong y China, donde se cree que tiene propiedades medicinales. Las redes de enmalle ilegales de totoaba continúan usándose a diario debido a la corrupción, incapacidad de las dependencias del gobierno mexicano y la participación de la delincuencia organizada.
Para detener el tráfico de totoaba y salvar a la vaquita, el gobierno mexicano debe intervenir inmediatamente para aplicar la ley y eliminar las redes de enmalle en el hábitat de la vaquita. Artes de pesca seguras deben ser desarrolladas e implementadas para proteger la vaquita. Sistemas de monitoreo GPS deben ser instalados en todas las embarcaciones pesqueras en el Alto Golfo de California. Los gobiernos de México, China y Estados Unidos deben dedicar recursos sustanciales para una investigación exhaustiva del tráfico ilegal de totoaba.